Chimi nació de una carencia emocional que viví en la incineración de mi última mascota. Sentí que ese momento, tan importante para quienes amamos a nuestros animales, no estaba cuidado como realmente se merecía.
En una sala blanca, fría y sin alma, tras más de diez días de espera para poder darle el último beso y despedirme de él en una incineración individual, le prometí que juntos lograríamos algo diferente: un lugar íntimo y especial donde personas y mascotas pudieran tener la despedida que todos necesitamos. Un espacio para hacer el mundo un poco más humano y bonito.
Ese día decidí cambiar mi vida por completo.
Y, después de tres años, pude abrir las puertas de Chimi, un lugar de paz y amor para dar el último adiós a esos seres que tanto nos dieron y que, de alguna manera, siguen dándonos incluso después de partir.
En Chimi nos comprometemos a tratar a todas las mascotas con el máximo respeto y cariño. Todas las incineraciones se realizan en nuestro propio centro, sin intermediarios ni derivaciones a terceros, sin importar la modalidad elegida.
Además, garantizamos que en las incineraciones individuales las cenizas se entregan en un plazo máximo de 48 horas desde la recepción de la mascota. Y, en el caso del servicio presencial, la incineración se lleva a cabo en el mismo instante, tras el último adiós.
Susanna